¿Qué hay de nuevo en los grados de formación profesional?
En la búsqueda de ese equilibrio entre formación y oferta de empleo, existe una clara proyección de futuro en el mercado laboral que indica que las especializaciones de técnicos y técnicos superiores van a tener mejor acogida, ya que la colaboración entre los centros de formación y las empresas va a ser mucho más estrecha, de manera que el alumno tenga una experiencia más cercana a la realidad laboral.
Las mayores expectativas están puestas en la innovación, la investigación y el emprendimiento, siendo ésta última una de las opciones más probables, por lo que la formación específica y transversal que de ofrece en los ciclos de formación es otro de los aspectos a los que no se tiene acceso a través de otros caminos que podamos elegir en nuestro proceso formativo.
La nueva norma que regula la formación profesional, pretende establecer una flexibilidad dentro del ámbito profesional que permita tanto a los estudiantes como a los trabajadores empleados y desempleados, que organicen su progresión mediante cinco tipologías de grado.
De esta manera, el alumnado puede diseñar su hoja de ruta, que le permita desde el desarrollo de microformaciones para alcanzar competencias del Grado A, hasta los cursos de especialización en algún campo concreto, completando de manera personalizada los requerimientos formativos que demandan tanto las circunstancias personales como las laborales, con validez académica y profesional.
Otra de las novedades que se presentan es que la Formación Profesional será Dual, es decir, que tanto para la obtención del Certificado Profesional, como para los Ciclos Formativos de Grado Básico, Grado Medio y Grado Superior, así como para la obtención del título de especialista y Máster Profesional de los cursos de especialización, se podrá optar a una Formación Profesional Dual General, en el que se desarrolla entre un 25% y un 35% de la formación en empresas del sector. De esta manera práctica, se adquiere un 20% de los contenidos formativos que componen la especialidad que forman parte del currículum formativo.
La otra tipología es la Formación Profesional Dual avanzada, con la que se pretende que la duración de formación en las empresas sea entre un 35% y 50% de la duración total de la formación, por lo que se adquiere un 40% de las competencias profesionales incluidas en los módulos curriculares formativos.
Ambas tipologías son coordinadas tanto por las comunidades autónomas, como por los centros de formación y centros de trabajo, con la asignación de un tutor que asegura la evaluación de los aprendizajes y la buena adquisición de las competencias profesionales que se requieren. Por ello, cada alumno debe contar con un plan personalizado de formación, que se desarrollará a partir del primer trimestre de su etapa educativa.
¿Cómo se pueden acreditar las competencias?
Una renovación del sistema formativo debe conllevar una renovación de los procesos para su acreditación. Con las nuevas medidas se pretende agilizar los trámites que hay que seguir para poder acreditar las competencias profesionales adquiridas a través de cualquiera de las líneas de formación y sobre todo mediante la experiencia laboral o de vías no formales de formación.
Para ello se realizó la aprobación del Real Decreto 143/2021 donde se detallan los pormenores de los procedimientos para la acreditación de las competencias, y el compromiso de agilización de éstas, con un plazo no superior a seis meses desde su solicitud.
No obstante, y frente a cualquier consulta, las administraciones donde se puede preguntar sobre cualquier aclaración serán los centros educativos donde se imparten enseñanzas de Formación Profesional, los Centros de Educación para Personas Adultas, así como las oficinas de empleo y centros autorizados para la impartición de Formación profesional para el empleo.
Estos centros darán información sobre los lugares y la manera para poder formalizar las inscripciones, los centros donde se imparten las diferentes formaciones, así como todo lo relacionado con procedimientos, plazos de presentación, procesos de evaluación...
Cuando hablamos de la acreditación de la experiencia laboral, se debe justificar al menos 3 años, con un mínimo de 2.000 horas trabajas que se encuentren dentro de los 15 años anteriores a la presentación de la solicitud, o para la acreditación del nivel I, 2 años de experiencia con un mínimo de 1.200 horas trabajadas.
Para la formación, se requiere al menos 300 horas realizadas en los últimos 10 años, siendo para las competencias de nivel I de 200 horas. De todas maneras, para módulos de formación que tengan una duración inferior, se pueden acreditar las horas que se establecen en dichos módulos.
En ambos casos se ha de presentar la documentación que permita valorarse el cumplimiento con los requisitos establecidos.
La formación profesional como pasarela a la Universidad
De manera tradicional, los estudiantes eligen realizar Bachillerato, la prueba de acceso a la Universidad y con ello eligen la carrera que quieren estudiar. Pero ésta no es la única manera que tenemos para poder acceder.
Además de las diversas pruebas de acceso a la universidad (tanto las famosas PAU, EVAU, EBAU, +25...) la formación profesional ofrece un acceso directo a los estudios universitarios, con un plus añadido, ya que el estudiante accede con una formación especializada sobre la materia, que le facilita la superación de las diversas asignaturas que allí se va a encontrar.
Con la nueva reforma, se busca que exista una relación y colaboración entre las enseñanzas de Formación Profesional y la Universidad, de manera que existan modelos de colaboración a través de proyectos compartidos, espacios comunes, donde aparezca de forma natural el intercambio de experiencias y conocimiento entre el alumnado, optimizándose recursos y en la búsqueda de un modelo que fluya a la innovación.
Erasmus+ y FCT
Una de las oportunidades que ofrece la Formación Profesional son los modelos de formación y prácticas en empresas en el extranjero. Hablamos de los programas Erasmus+ y Formación en Centros de Trabajo (FCT-Europa), que permiten optar a la experiencia del alumnado que forman parte de los ciclos de formación profesional básica, de grado medio y de grado superior, así como los programas formativos de cualificación, enseñanzas artísticas y deportivas.
Este tipo de iniciativas, promovidas y consolidadas, en principio y salvo cambios drásticos en los programas de intercambio cultural, son una experiencia que además de ofrecernos la oportunidad de completar nuestra formación conociendo alternativas e innovaciones dentro de nuestra futura profesión, se implementas valores esenciales de multiculturalidad, respeto, colaboración, etc.
Todos estos valores, otorgan una formación individual muy completa y de calidad, que viene reforzada por la adquisición de las competencias lingüísticas tan esenciales en el mundo actual.